Jesus es Juzgado

Después de su arresto, los guardias se burlaron y maltrataron a Jesús, lo golpeaban y le cubrían el rostro, exigiéndole que adivinara quién lo había golpeado. Al amanecer, el concilio de ancianos, sumos sacerdotes y escribas (el sanedrín) lo llevaron ante su tribunal. Le preguntaron directamente si era el Cristo, a lo que Jesús respondió que, aunque lo afirmara, no le creerían, y si les preguntaba, no le responderían. Sin embargo, declaró que el Hijo del Hombre se sentaría a la diestra del poder de Dios. Todos exclamaron: "¿Entonces tú eres el Hijo de Dios?", y él les contestó: "Ustedes mismos dicen que lo soy". Con esta confesión, consideraron que tenían suficiente testimonio y no necesitaron más pruebas.